La infancia es la etapa en la que la magia está más presente en el día a día, soñamos con seres mágicos, duendes, hadas… Cuando somos niños nuestra imaginación lo puede todo, somos capaces de crear las historias más increíbles. Ese niño estará siempre latente en nuestro interior y si nos lo proponemos esa magia perdurará con el paso de los años.
Cada niña y cada niño tienen una historia que contar, una vida que plasmar y unos recuerdos distintos. Captar la magia de cada uno de ellos es un trabajo maravilloso. Nuestra magia está muy viva, nos gusta imaginar, crear nuevas historias y plasmarlo en una imagen única.